Reinventar el liderazgo: El desafío de los CEO en la era del cambio
Nota por CRHoy
Era una junta directiva tensa. El CEO de una empresa multinacional miraba a su equipo con el ceño fruncido. “Hemos hecho lo mismo durante años y nos ha funcionado”, dijo. “Pero ahora, las reglas han cambiado”. El silencio en la sala era pesado. La competencia estaba avanzando más rápido, los clientes eran menos fieles y la tecnología transformaba el mercado a un ritmo vertiginoso. Sabía que si no cambiaban, la empresa quedaría atrás. La pregunta era: ¿Estaban listos para reinventarse?
Nos encontramos en un momento de inflexión global. Las guerras afectan la estabilidad económica, la inteligencia artificial redefine industrias y las redes sociales influyen en cada decisión. Las empresas enfrentan disrupción constante, mercados impredecibles y clientes más exigentes. Frente a este panorama, la inacción no es una opción. No basta con adaptarnos; debemos anticiparnos y liderar el cambio.
La decisión que marcó la diferencia
El verdadero desafío no es solo transformar nuestras empresas, sino transformarnos a nosotros mismos. El liderazgo efectivo en esta nueva era no se trata de acumular más conocimientos o mejorar procesos; se trata de cuestionarnos profundamente.
- ¿Cuáles de nuestras creencias sobre liderazgo siguen vigentes y cuáles son ahora una carga?
- ¿Estamos fomentando una cultura de innovación o simplemente reaccionamos a los cambios?
- ¿Cómo crear un entorno donde la productividad y el bienestar coexistan?
- ¿Cómo liderar con visión cuando el futuro es incierto?
- ¿Cómo evolucionar antes de que la urgencia nos obligue a hacerlo?
Responder estas preguntas no es fácil. Implica desafiar paradigmas, soltar viejas estructuras y atreverse a cambiar antes de que sea necesario. La decisión que tomemos marcará la diferencia y por ende el futuro de la organización.
¿Qué tipo de líder somos?
Después de décadas acompañando a ejecutivos en diversos sectores, he identificado tres formas de abordar el cambio: a.- Los que se aferran al pasado porque confían en que su experiencia es suficiente y descartan nuevas estrategias. Se sienten cómodos con lo conocido, sin darse cuenta de que su rigidez es su mayor debilidad. b.- Los que maquillan la transformación. Implementan cambios superficiales que dan la impresión de evolución, pero no alteran la esencia del negocio. Maquillan la organización y sus discursos, pero mantienen modelos obsoletos. c.- Los que desafían el statu quo porque se atreven a cuestionar, aprender y reinventarse. Entienden que el liderazgo no es estático y que la disrupción es una oportunidad para crecer. Son los que marcan la diferencia en sus industrias.
El cambio no espera
Reinventar el liderazgo no es un proyecto temporal; es un compromiso continuo. No basta con reconocer la necesidad de cambio, hay que tomar acción. Y hacerlo de manera estructurada, con estrategias claras y el acompañamiento adecuado para evitar cambios cosméticos que no generan impacto real.
He trabajado con empresas líderes en América Latina que han demostrado que la transformación no solo es posible, sino que es la clave del éxito sostenible. La diferencia entre quienes prosperan y quienes desaparecen no está en la crisis, sino en la capacidad de liderar el cambio con visión y determinación.
El mundo avanza y las reglas del juego cambian cada día. La pregunta no es si debemos transformarnos, sino si lo haremos a tiempo.
¿Estamos listos para ser protagonistas o seguiremos siendo espectadores?
Consultor internacional
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