8 de marzo, 2012. A las mujeres les parece más incompatible la conciliación trabajo – familia que a los hombres, según el estudio del Centro de Conciliación Familia y Empresa (CONFyE) del IAE Business School de Argentina.

“Hay una herencia de cierta culpabilidad. ¿Por qué?” preguntó la Dra. Paola Delbosco en el III Congreso Mujer y Familia, el pasado 8 de marzo, organizado por la Cámara de Comercio de Costa Rica. “La mujer siempre ha trabajado, y mucho, la diferencia ahora es que su trabajo no es solo remunerado sino que además es profesional.”

Pero en esta cultura posmoderna hay una cultura de trabajo súper absorbente, donde la mujer ha aceptado las reglas del juego y no las ha tratado de modificar, muchas veces ha renunciado a una vida fuera del trabajo por esto mismo.

Según el estudio dirigido por Delbosco en varios países de Latinoamérica, 
la satisfacción laboral es un poco mayor en mujeres con responsabilidad directiva, que en los hombres. No obstante, este sentimiento contrasta con una reducción en la satisfacción familiar.
Otro componente importante en la satisfacción de los padres son los hijos: “el niño hace sentir al papá y a la mamá que son muy importantes, no así los hijos mayores que son más autosuficientes, aunque no es que dejen de ser importantes para los padres”, continuó Delbosco.

La conciliación trabajo-familia suele ser mayor entre los casados, que en los no casados. La incompatibilidad es ligeramente superior con respecto a aquellos que tienen universidad incompleta. Es por esto que conviene que la mujer se forme, “porque tener una preparación más alta permite seleccionar mejor su trabajo y encontrar más soluciones”.

Según la profesora invitada por el Instituto de Estudios Empresariales (IEE), orientada al desarrollo del talento directivo, “cuando se dedican 3 ó 4 horas a la familia por día, crece la satisfacción laboral. Es decir, a mayor dedicación al hogar, se incrementa la profesional”.
La familia. Para Delbosco, la familia posmoderna tiene menos rigidez, es más flexible, tiene una mayor apertura a la diferencia, y es más horizontal. Las mujeres buscan más tiempo para la familia que los varones y son consistentes en su trato con los empleados. Solo el 20% de las mujeres le piden a sus colaboradores quedarse en horarios fuera de trabajo.

El estudio reveló que el 80% de los que consideran compatible trabajo – familia, pertenecen a empresas con medidas de conciliación. Tales políticas se refieren a ingresar en horario trabajo flexible, posibilidad del teletrabajo, acumular horas de trabajo para otros días, entre otros; lo cual produce una gran satisfacción: “yo siento que le intereso al que me contrata, como persona”, comenta Delbosco, madre de nueve hijos.

No obstante, la medida de teletrabajo a veces existe, pero en ocasiones el jefe necesita ver a sus colaboradoras para sentir que realmente trabaja; o bien, las colaboradoras necesitan de supervisión para mejorar el desempeño. Lo anterior permite inducir que aunque cambie la cultura de una empresa, si no se transforma la mentalidad de sus integrantes, las cosas pueden seguir igual.

El escape. El punto de fuga de la mujer profesional puede ser el trabajo o la familia. Si no me siento bien en la casa, me refugiaré en el trabajo. Si no me siento bien en el trabajo, me refugiaré en la familia.

Según el estudio, en el cual Costa Rica forma parte de los diez países de Latinoamérica en que se llevó a cabo, el 61% de los informantes afirma no quedarse fuera del horario de trabajo, contra el 45% de los que trabajan en empresas sin políticas que fomenten la conciliación. Estas medidas permiten que la percepción de salir temprano del trabajo no sea tan penalizada socialmente. “Ir a trabajar solo porque me pagan bien, no me hace eficiente, comprender el proyecto”, continúa la investigadora.

Las motivaciones. Existen personas insatisfechas con su vida debido a que creen que creen que la conciliación trabajo-familia es imposible, o porque trabajan por motivaciones extrínsecas, o sea no tanto por el amor a la ocupación que desempeñan, sino por dinero o reconocimiento. En su mayoría son mujeres y por esto las insatisfechas se quedan más tiempo en el trabajo.

La filósofa de la Universidad de la Sapientia (Roma), también estuvo en el país para dictar la Lección Inaugural del Año Académico 2012, en el Centro Universitario Miravalles, sobre el tema “Promoción de la Transparencia: efectos globales de la corrupción pública y privada”. Según ella, diversos pensadores coinciden en que tres son las máximas motivaciones en el trabajo:

1. Que se reconozca su competencia, es decir, que sabe hacer su trabajo.
2. Que se ofrezca autonomía, para demostrar esa competencia.
3. Que se den buenas relaciones interpersonales con los colaboradores.
En resumen. Entre las conclusiones de su exposición, la Dra. Delbosco sintetizó:
1. Las mujeres han demostrado que saben trabajar como los varones.
2. Necesitan tener más confianza para hacer un aporte diversificado.
3. La familia es importante e insustituible.
4. La familia no es una estructura rígida, sino que es flexible.
5. Los hijos no quedan desatendidos cuando la mujer no está en la casa.
6. En la madre hay un compromiso por naturaleza, que hace que los hijos sean prioridad.
7. A los hombres les cuesta más adaptarse a las mujeres.
8. El mundo se construye entre los dos sexos, es una tarea de ambos. Nosotros recibimos una cultura, la del pasado y la del presente, pero la transmitiremos corregida a las futuras generaciones.

Para mayor información sobre esta investigación puede contactar a Rafael Castro del IEE rafael.castro@iee-cr.org.

Bajar Comunicado

GermanFrenchUSABrazil